Preguntas Frecuentes

La rehabilitación de fachadas es un proceso que busca restaurar y mejorar la estructura exterior de un edificio. Incluye desde la reparación de fisuras y la aplicación de revestimientos protectores hasta la instalación de sistemas de aislamiento. Su objetivo es mejorar la seguridad, eficiencia y estética de la fachada.

Se recomienda rehabilitar una fachada cuando presenta señales de desgaste, como grietas, desprendimientos de materiales, manchas de humedad o falta de aislamiento. Realizar una rehabilitación a tiempo ayuda a prevenir problemas estructurales graves y a reducir los costos de mantenimiento a largo plazo.

El mantenimiento preventivo de fachadas permite conservar la fachada en buen estado, reducir el riesgo de desprendimientos y prolongar su vida útil. Incluye servicios como la limpieza, el sellado de juntas y la reparación de fisuras, lo que evita daños mayores y asegura la estética y seguridad del edificio.

El aislamiento térmico es un sistema que se instala en la fachada para reducir las pérdidas de calor en invierno y evitar la entrada de calor en verano. Esto ayuda a mantener una temperatura estable en el interior, reduciendo el consumo de energía para calefacción y refrigeración, y aumentando el confort de los ocupantes.

La duración del proceso depende del tipo de edificio, el estado de la fachada y el alcance del proyecto. En promedio, una rehabilitación puede tardar entre 4 y 8 semanas. Tras una evaluación inicial, proporcionamos un cronograma detallado para cada proyecto.

Para las fachadas históricas, empleamos materiales compatibles con la construcción original, como revocos de cal, morteros naturales y técnicas de restauración que respetan el estilo arquitectónico. Nuestro equipo se asegura de que cada intervención conserve el valor histórico y patrimonial del edificio.

Sí, en la mayoría de los casos se necesita un permiso de obras para realizar una rehabilitación de fachada. Nuestro equipo se encarga de gestionar todos los permisos necesarios y de cumplir con las normativas locales para asegurar que el proyecto se realice de manera legal y segura.

Para las fachadas históricas, empleamos materiales compatibles con la construcción original, como revocos de cal, morteros naturales y técnicas de restauración que respetan el estilo arquitectónico. Nuestro equipo se asegura de que cada intervención conserve el valor histórico y patrimonial del edificio.

El costo de la rehabilitación de una fachada varía según el tipo de edificio, los materiales utilizados y el alcance del proyecto. Para proporcionar un presupuesto ajustado, realizamos una evaluación inicial de la fachada y adaptamos el proyecto a las necesidades del cliente.

Ofrecemos sistemas de aislamiento como el SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) y las fachadas ventiladas, que no solo mejoran la eficiencia energética del edificio, sino que también lo protegen de las inclemencias del tiempo. Ambos sistemas son efectivos para reducir el consumo energético y mejorar el confort interior.

La frecuencia del mantenimiento preventivo depende del tipo de edificio y su ubicación. En general, se recomienda realizar una inspección anual y un mantenimiento completo cada 2 o 3 años, especialmente en zonas urbanas o en edificios expuestos a condiciones climáticas adversas.